¿Cómo mejorar tu sitio web con contenido interactivo?
El contenido interactivo, por definición, implica forzosamente considerar al usuario como un elemento activo dentro de la comunicación publicitaria, una parte esencial que interactúa con la información que consume. Esta percepción bidireccional del proceso, aunque parezca simple, encierra multitud de diferencias respecto a la visión tradicional del marketing, donde el público objetivo es un mero receptor pasivo de la publicidad. Entre otras cosas, el contenido interactivo difiere del contenido estático en la variedad de tipos, las múltiples ventajas que ofrece y las oportunidades de mejora y optimización de muchos aspectos de las campañas.
Pero vayamos a lo básico. Cuando hablamos de interacción con el usuario a través de contenidos interactivos (fundamentalmente visuales), ¿a qué nos referimos? Pues a cualquier acción sencilla que el usuario pueda realizar, desde un simple clic hasta desplazar elementos dentro de la web. La siguiente pregunta es obvia… ¿En qué puede beneficiar una acción tan insignificante? Para empezar, si el contenido interactivo es de calidad, incrementa la probabilidad de generar conversiones, fidelizar clientes, aumentar el tráfico, etc. Por no mencionar la ingente cantidad de datos que se pueden obtener, y ya sabemos que, cuando se trata de marketing digital, la información vale su peso en oro.
Ventajas de usar contenidos interactivos
Contenidos interactivos: efecto en el engagement
Una de las principales bondades del contenido interactivo es que atrapa mucho más tiempo al usuario en el entorno web. Evidentemente, el contenido dinámico llama mucho más la atención que el contenido estático (sobre todo si hablamos de franjas etarias jóvenes), lo que se traduce un engagement mucho más fuerte. Este es el poder del contenido interactivo de calidad: la audiencia se compromete con la marca, se convierten en “embajadores” compartiendo sus productos y servicios en redes, comentándolos en foros o valorándolos positivamente en Google.
Contenidos interactivos: leads de calidad
Otra ventaja directa del uso de contenidos interactivos es la posibilidad de conocer más a fondo a la audiencia. Como veremos más adelante, hay tipos de contenidos interactivos que ofrecen más información sobre el usuario que otros; pero, en general, permiten saber quién está interactuando con el contenido, desde dónde, con qué dispositivo, qué hacen después de interactuar con el contenido… En definitiva, se puede elaborar un perfil del usuario, de ese lead, con una idea bastante aproximada de cómo se comporta y qué intereses tiene mientras navega.
Hablando de generación de leads, sobra decir que la generación de los mismos a través de contenidos interactivos es mucho más productiva. Al menos, lo es desde el punto de vista de la calidad. Si el usuario que entra a la web e interactúa con los contenidos se queda el tiempo suficiente, la información que facilite será mucho mejor (tanto en cantidad como en utilidad). ¿Qué significa esto? Simple, es mucho más probable que el cliente potencial que se obtiene a través de contenidos interactivos esté interesado de verdad en los productos y servicios que se le ofrecen. Esto se traduce, por supuesto, en una mayor probabilidad de generar conversiones.
Principales tipos de contenidos interactivos
Contenidos interactivos informativos
Por contenidos interactivos “informativos” nos referimos a esos contenidos cuyo principal objetivo es aportar o requerir información. Puede ser para solventar un problema o resolver una duda del usuario; también para conocer mejor a nuestra audiencia o saber qué tal ha ido una compra. En este grupo de contenidos interactivos encontramos los siguientes formatos (aunque hay muchos más):
- Infografías interactivas. Implementadas principalmente en blogs, las infografías interactivas funcionan muy bien en fases previas a la compra. Las infografías guían al cliente potencial desde esa etapa de “conciencia” en la que está valorando la idea de adquirir un producto o solicitar un servicio. Funciona en etapas de búsqueda de información por parte del usuario, y quizá por eso no es un medio demasiado bueno para obtener indicadores sobre las conversiones.
- Cuestionarios. Un clásico entre los clásicos. Aunque no lo parezca, los cuestionarios se pueden diseñar para que sean algo más que una serie de preguntas aburridas. Los cuestionarios interactivos aumentan la probabilidad de que los clientes faciliten la información que se pide, ya sea para valorar una compra o identificar sus necesidades. Efectivamente, su uso es pertinente en cualquier fase del proceso.
- Ebooks y documentos. Otra forma de mejorar la experiencia del usuario a la hora de facilitarle información es convertir contenidos tradicionalmente estáticos en interactivos. Pueden ser libros electrónicos, white papers, lookbooks, manuales de instrucciones… Lo más básico en este sentido es añadir secciones y botones para facilitar la lectura, dirigiendo al usuario en función de sus necesidades.
Contenidos interactivos audiovisuales
Los contenidos interactivos que mejor funcionan son los visuales, los que impactan, los que llaman la atención de la audiencia sin que se sienta bombardeada con preguntas o perciba que le intentan vender algo. En este sentido, hay múltiples formas de llegar al público objetivo, aunque los contenidos interactivos audiovisuales que mejor funcionan son estos:
- Vídeos interactivos. El rey de los contenidos en redes sociales es el vídeo, sin duda. El problema es que es un tipo de contenido que deja poco margen para la interacción: los consumidores de vídeos son mayormente agentes pasivos. La buena noticia es que es muy sencillo convertir un vídeo de toda la vida en un vídeo interactivo, bastando añadir un par de opciones para que el usuario decida como se desarrolla la historia. Las posibilidades son enormes, desde un storytelling (a lo Bandersnatch) hasta un videotutorial con múltiples opciones.
- Juegos y quizzes. ¿Hay algo más interactivo que un juego? Para llamar la atención y entretener al usuario no hay nada mejor, aunque no es necesario esmerarse mucho. Basta con ofrecer a la audiencia entretenimientos de moda, como los rompecabezas o los tests. Los quizzes tienen un potencial enorme, no solo por su tendencia a hacerse virales: su naturaleza es lúdica, pero se puede añadir información de la marca para conectar con la audiencia.
Contenidos interactivos funcionales
Como “funcionales”, podríamos definir aquellos contenidos interactivos que son necesarios para mantener al usuario en el proceso de compra o forman parte del mismo. Cualquier elemento que mejore la probabilidad de generar una conversión es funcional, claro, pero veamos unos ejemplos claros:
- Landing pages interactivas. Si hay un contenido pensado para generar conversiones, ese es la landing page. Razón de más para que su diseño sea totalmente interactivo. Hay landing pages que son referentes en diversos sectores, como la de CodeCombat en el ámbito de la programación y la educación.
- Calculadoras interactivas. Una simple calculadora se puede convertir en un contenido interactivo. Su objetivo será el mismo: facilitar al usuario los cálculos que necesite hacer antes de comprar, además de recordarle los beneficios económicos que obtiene. Pero hay un segundo objetivo implícito en las calculadoras interactivas, hacer que el proceso sea más amigable y aumenten las probabilidades de conversión.
Únete a más de 80.000 clientes en todo el mundo que ya utilizan Textbroker para su estrategia de marketing.
Ningún artículo disponible