Cuando se nos atascan las ideas
Todos hemos pasado por ello. Todos nos hemos quedado mirando fijamente en documento en blanco sin saber cómo empezar a escribir. La primera línea se nos atasca y nada de lo que se nos ocurre parece ser buena idea. La clave para superarlo: encontrar un lugar de trabajo adecuado y documentarse previamente para que fluyan las ideas.
Cuando los bloqueos no nos dejan trabajar
«Ya lo intento luego…». Todos los autores han pronunciado esta frase en algún momento cuando se han quedado atascados con un texto. Algunos autores superan rápidamente el bloqueo. Otros, sin embargo, llegan a replantearse sus dotes como escritores. Aun así, sea lo que sea lo que se te pase por la cabeza, el primer paso está bien claro: ¡hay que empezar a escribir! Con este artículo pretendemos darte algunos consejos prácticos y algunas estrategias que puedas aplicar para que la tarea de redactar un texto complicado no sea tan ardua y para que, aunque te atasques, no lo dejes para luego.
Un lugar de trabajo en el que nos sintamos cómodos
Si para redactar el texto objetivo necesitas concentrarte, tu lugar de trabajo debería ser un sitio tranquilo en el que sea difícil distraerse:
- Todo lo que no tenga que ver con el texto debe desaparecer de tu vista, como de tu mesa de trabajo o del escritorio de tu ordenador.
- Pon el móvil en silencio. Si es algo importante, ya lo leerás más tarde, o en el peor de los casos, volverán a llamarte.
- Avisa a tus amigos y familiares de que vas a estar ocupado durante unas horas.
- Vas a necesitar hacer descansos. Lo mejor es que fijes previamente un horario y que te ciñas a él.
¿Necesitas inspiración? Busca un lugar agradable para que fluyan las ideas:
- Gracias al internet móvil y a los ordenadores portátiles, encontrar un lugar tranquilo para escribir es muy sencillo. Mete el ordenador en la mochila y vete a una cafetería o a un parque.
- Desconecta del mundo. Si tomas un poco de distancia, verás el mundo desde perspectivas diferentes a las habituales.
- Lo más seguro es que no seas la primera persona que escribe sobre el tema, así que lee lo que han escrito otros y déjate inspirar.
Si te has preparado bien el tema, la mitad del trabajo ya está hecha
Prepararse el tema sobre el que vas a escribir también forma parte del proceso de escritura. Si sigues unos sencillos pasos antes de empezar a redactar, te darás cuenta de que trabajar de forma metódica y estructurada te facilita mucho la tarea.
En primer lugar hay que saber cuál es el objetivo del texto. Así que antes de nada, plantéate lo siguiente: ¿qué tipo de texto tengo que escribir? ¿Y a quién va dirigido? Si el tema es complicado, anotar los puntos de mayor relevancia y hacer mapas mentales para organizar tus ideas es de gran utilidad. Antes de comenzar a escribir:
- Comprende cuál es el objetivo
Primero tienes que saber qué requisitos ha de cumplir el texto. Además del tipo de texto y el estilo, formal o coloquial, es importante que tengas en cuenta las peculiaridades que puede presentar el tema. ¿Tienes que abordar el tema de forma general o por el contrario tienes que centrarte en ciertos aspectos relevantes?
- Define el grupo objetivo
Redacta el texto de forma que la información que presentes sea de utilidad para el tipo de lector al que va dirigido. Aborda aspectos del tema que sean relevantes para el lector y adáptala a su nivel de conocimientos.
- Documéntate y recopila información
Si ya tienes claro cuáles son los puntos principales del tema en cuestión, las palabras claves te vendrán con total naturalidad, lo cual te ayudará a la hora de seguir documentándote. También debes anotar las ideas que se te vayan ocurriendo.
- Establece una estructura
Junto con la información recopilada y las ideas que se te hayan ido ocurriendo, establece una estructura, aunque sea temporal, para tu texto. Piensa en el lector, ¿cómo deberías estructurar el texto para que sea lo más comprensible posible?
Que no se te olvide releer el texto
Sin darte cuenta, en el documento en blanco ya han empezado a aparecer palabras y el bloqueo se ha esfumado. Ya has alcanzado el primer objetivo: ¡has empezado a escribir! Seguro que ya te has arremangado y las ideas fluyen a través de tus dedos. Pero cuidado, no debes olvidar…
- Que el borrador no es la versión definitiva
Concéntrate en los aspectos más importantes. Crea primero un borrador, que para nada ha de ser perfecto.
- Que hay que revisar el contenido
Una vez hayas terminado el borrador, puedes pasar a revisar el texto. Para ellos es importante no perderse en detalles lingüísticos, sino centrarse en el contenido.
- Que tienes que corregir la ortografía y la puntuación
En la segunda fase de revisión corrige la ortografía y la puntuación. Después pasa el corrector y, a ser posible, pídele a alguien que le eche un vistazo al texto. A veces, cuando has revisado un texto varias veces, pasamos por alto errores garrafales.
La próxima vez que te bloquees y no sepas cómo empezar o cómo seguir, sigue estos sencillos consejos y ya verás como todo sale rodado.
Comentarios
163648 3. octubre 2015 - 6:17
Excelentes orientaciones, muchas gracias.