Plagio
Plagio: resumen breve
El plagio es el acto de adueñarse injustamente de las palabras, las ideas o la propiedad intelectual de otra persona, y hacerlas pasar como tuyas. El concepto se relaciona con falsas afirmaciones de autoría y, en especial, predomina en el periodismo, en el ambiente académico, en las ciencias y en las artes. Aunque el plagio no es un crimen por sí mismo, algunos ejemplos incluyen la infracción de los derechos de autor e, incluso, el fraude.
En general, el plagio se castiga en instituciones, no en tribunales. Por ejemplo, se considera una terrible falta de ética en el periodismo y en el entorno académico, donde a menudo se sanciona con severidad y, en ocasiones, conlleva a la expulsión. A pesar de la gravedad de la ofensa, muchas acusaciones de plagio se evitan mencionando las fuentes originales si se usan las palabras, las imágenes y las ideas que contienen éstas.
Plagio: resumen completo
El plagio tiene distintas formas, aunque implica falsificar o hurtar la propiedad intelectual de alguien más. Copiar y pegar partes de un libro sin mencionar la fuente original es una forma de plagio. No obstante, reproducir otras ideas también lo es, sin importar que las palabras se cambien de manera significativa. A veces esto se conoce como robo de ideas.
En particular, este problema ocurre en el ámbito académico, a pesar de que se ha intentado erradicarlo. Un estudio realizado por el Psychological Record arrojó que el 36% de los estudiantes de grado admiten haber plagiado materiales escritos, mientras que en las investigaciones del personal de la Universidad de Rutgers se encontró que el 58% de los alumnos de bachillerato reconocen haber hecho lo mismo por lo menos una vez.
En muchos casos, el plagio no se lleva a cabo con fines malintencionados, sino por falta de comprensión de lo que es y de la razón por la que constituye un problema tan serio. Por tanto, en muchas universidades, se han realizado esfuerzos para aumentar la educación sobre el plagio. Numerosas instituciones académicas, editoriales y sitios web cuentan con su propia definición y con pautas establecidas para evitar problemas.
Algo que sucede con frecuencia y sin fines malintencionados es el autoplagio, en el que el autor reutiliza en un libro o en un artículo web el trabajo que ya ha publicado antes sin proporcionar referencias. Aparentemente, este tipo de plagio no es grave pero podrían surgir inconvenientes relacionados con los derechos de autor si la propiedad intelectual del texto anterior se transfiere a una tercera persona.
En el periodismo, en el campo editorial y en la publicación de blogs, el plagio se considera como una grave falta de ética y como algo parecido al robo. En consecuencia, los escritores que han plagiado a otros autores enfrentan alguna sanción y su reputación se daña notablemente. En algunos casos, los periodistas pierden su empleo como resultado de sus acciones.
Existen varias herramientas en línea y fuera de los sitios web para ayudar a las personas y a las instituciones a detectar el plagio, tales como Copyscape, Turnitin y Viper. Sin embargo, aunque estas herramientas comparan los documentos con las bases de datos internas y con las fuentes externas, no es posible detectar todas las formas de plagio, en especial si se trata de un robo de ideas y no de la simple réplica de las partes de un texto.
Tipos de plagio
Como se indicó anteriormente, el plagio tiene diversas formas y, aunque los diccionarios contienen definiciones, hay pocas reglas establecidas. De hecho, algunos tipos de plagio son más evidentes que otros, a pesar de que las personas con conocimientos básicos del tema luchan para saber exactamente cuáles son los límites de ciertas prácticas. Por tal motivo, a continuación, presentamos los tipos de plagio más comunes.
- Copiar directamente el trabajo de otra persona sin mencionar la fuente original.
- Enviar o publicar la propiedad intelectual de alguien más y hacer creer que es tuya.
- Replicar las palabras de otro individuo sin dar crédito al verdadero autor.
- Reutilizar tu propio trabajo sin aclarar que ya lo has publicado antes en otro lugar.
- Hurtar las ideas de alguien más sin comentar quién es el verdadero autor.
- Traducir contenidos y publicarlos como si fueran tuyos.
- No citar con exactitud las fuentes originales o citarlas de manera incorrecta.
- Citar sólo algunas fuentes.
- Reescribir el trabajo de otra persona sin citar su autoría.
Formas de evitar el plagio
A pesar del estigma relacionado con el plagio, hay un gran número de casos que ocurren por accidente, derivados de las prácticas incorrectas al escribir y no de malas intenciones. Una de las mejores maneras de evitar el plagio es asegurarse de colocar las citas textuales entre comillas («) y de hacer mención de la fuente original. También es importante que los autores limiten el contenido que toman de una sola fuente, aunque las referencias se escriban de forma apropiada.
Otro problema aún mayor con respecto al plagio es que varios autores emplean la misma fraseología, aunque desconozcan por completo el trabajo de sus colegas. No obstante, un escritor que publica contenidos muy similares a sus textos anteriores facilita que lo acusen de plagio, sin importar sus intenciones. Por tanto, los autores deben considerar invertir en programas informáticos de detección de plagio o usar herramientas gratuitas en línea.
Si es posible, los autores deben intentar desarrollar un estilo único de escribir o de expresarse. Es necesario consultar distintas fuentes al investigar algún tema y apuntar las referencias de las ideas procedentes de estas fuentes. Asimismo, los autores han de incorporar la mayor cantidad posible de ideas originales en sus escritos.
En las escuelas y en otras instituciones académicas, el plagio puede disminuir al asegurarse de que los alumnos estén conscientes de lo que esto significa y de las prácticas que forman parte de esta acción. Algunos de los casos de plagio más evidentes y malintencionados se descubren mediante los programas informáticos de detección del mismo, pero los profesores y el personal necesitan conocer otras formas de plagio existentes y tener cuidado con ellas.
Finalmente, los escritores podrían tomar ciertas medidas para evitar que sus textos sean plagiados. Estas van desde insertar advertencias de derechos de autor en el contenido o solicitar que las citas se coloquen de manera correcta, hasta métodos más avanzados, como desactivar las funciones de copiar, cortar y hacer clic derecho en una página web.
Conclusión
El plagio es la acción de hurtar la propiedad intelectual de otra persona y hacer creer que es de tu autoría. Esta práctica tiene muchas formas que abarcan la simple réplica de contenidos, el robo de ideas e, incluso, el autoplagio. Aunque el plagio no es un crimen por sí mismo, copiar material bajo derechos de autor es una terrible falta de ética en el periodismo, en el entorno académico y en las artes.
Para evitar el plagio, es importante mencionar las fuentes originales de manera clara si se toman ideas, expresiones y citas textuales directamente de ellas. Los autores deben crear contenido único y auténtico que incluya ideas originales. Existen estudios que revelan que el plagio predomina en las escuelas y las universidades, por lo que es esencial que las instituciones académicas tomen medidas para informar a los estudiantes y para detectar si han cometido plagio en sus trabajos.
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