Escritura fantasma
Resumen breve
La escritura fantasma, conocida en inglés como «ghostwriting», es la práctica de escribir el contenido en nombre de una organización o individuo, que luego publicará la obra como propia. Como resultado de este acuerdo, la organización o individuo que paga por la obra se lleva el crédito por su creación. Los servicios de escritura fantasma son cada vez más populares y se utilizan en la creación de libros, artículos, publicaciones en blogs, copias de páginas web, guiones, discursos, poemas, música, correos electrónicos, informes y muchos otros tipos de contenido.
Un escritor fantasma normalmente cobra por su trabajo, pero se compromete de antemano a no recibir ningún crédito por escribirlo. Una vez que el trabajo ha sido pagado y completado, la organización o individuo que contrató al escritor fantasma realiza los trámites para adjudicarse los derechos de autor. Esto les permite utilizar el contenido para sus propios fines, modificarlo, volver a utilizarlo y adjuntarle su propio nombre o cualquier otro nombre que deseen utilizar.
Escritura fantasma: Resumen detallado
En términos simples, el trabajo de un escritor fantasma consiste en escribir el contenido en nombre de otra persona, mientras que permite a ese individuo u organización poner su propio nombre al trabajo, si así lo desea. Generalmente, una vez que la obra ha sido completada, el escritor fantasma cederá la propiedad de la misma, incluyendo los derechos de autor. En términos prácticos, esto significa que el escritor fantasma no puede volver a publicar la obra que ha creado, a menos que tenga permiso expreso del propietario.
A menudo, una persona que ofrece sus servicios de escritura fantasma no sólo cobrará por la creación del contenido en sí, sino también por renunciar a cualquier reclamación sobre la obra terminada. Por esta razón, los servicios de escritura fantasma pueden ser más caros que otros tipos de creación de contenidos. También resulta importante comprender que la escritura fantasma requiere de gran habilidad, ya que el escritor fantasma a menudo deberá adoptar el tono y la voz de la persona que encarga la obra.
Una organización o individuo puede requerir de los servicios de escritura fantasma por distintas razones, entre ellas las limitaciones de tiempo, la falta de conocimientos técnicos necesarios, la creación de marca personal o el deseo de mantener el estilo en una plataforma, o a lo largo de un proyecto que puede requerir de varios escritores. Los escritores fantasma más experimentados suelen ser lo suficientemente hábiles como para crear contenido de alta calidad a gran velocidad, de acuerdo con los objetivos del proyecto.
Un ejemplo de situación en la que se puede utilizar un escritor fantasma es la creación de contenido para un sitio web o un blog. En este caso, es posible que el propietario del sitio web, la empresa o el comerciante desee subcontratar la creación de contenidos a un escritor profesional. Sin embargo, este escritor no trabaja para el sitio web o la empresa, y puede tener sentido estratégico evitar acreditar a un tercero. Los escritores fantasma también pueden ayudar a satisfacer la demanda de contenidos actualizados regularmente.
Es importante entender que existe una diferencia fundamental entre un escritor fantasma y un coautor. Un coautor siempre obtendrá cierto grado de propiedad compartida del producto final. Además, en la mayoría de los casos, gozará de una mayor influencia a nivel creativo, como, por ejemplo, tener una amplia aportación a la visión general del proyecto. Por el contrario, un escritor fantasma está efectivamente dando vida a la visión creativa de otra persona y renunciando a todos los derechos de propiedad intelectual.
También es vital entender la distinción entre la escritura fantasma y el plagio. Aunque ambos describen situaciones en las que alguien que no es el creador del contenido original se lleva el crédito por una obra, la diferencia crucial es que la escritura fantasma se hace con el pleno permiso del escritor fantasma, que sabe de antemano que no recibirá un crédito de escritura. Con el plagio, el trabajo de otra persona es copiado sin permiso del creador.
A los escritores fantasmas se les puede pagar por sus servicios de varias maneras. La opción más común es pagar al escritor por palabra, lo que significa que las dos partes acordarán previamente una tarifa por palabra, así como un recuento total de palabras para el contenido. Otras opciones incluyen la negociación de un honorario para el proyecto por adelantado, o pagar al escritor por hora. Normalmente, los escritores fantasmas con experiencia significativa o habilidad demostrable podrán exigir un honorario más alto.
Los que requieren de los servicios de un escritor fantasma también suelen tener varias opciones para encontrar uno. Estas opciones incluyen plataformas de contenido, como Textbroker, una de las soluciones más económicas del mercado, así como uno de los métodos más rápidos. Dentro de estas plataformas, normalmente habrá opciones para acercarse a los escritores directamente a través de sus perfiles, o publicar el pedido en un conjunto de pedidos abiertos y esperar a que un escritor lo reclame.
Otra posibilidad es que las organizaciones o los particulares busquen escritores de contenido profesional y hablen con ellos directamente sobre un proyecto, pongan un anuncio y esperen a que los escritores se acerquen, o busquen referencias de contactos que hayan utilizado antes los servicios de escritura fantasma. La decisión final puede depender también de factores como la rapidez con que los escritores puedan completar el proyecto, el nivel de protección que exista para ambas partes y la disponibilidad de muestras.
La escritura fantasma y las consideraciones éticas
La escritura fantasma se considera legal en la gran mayoría de los casos, siempre y cuando tanto el escritor fantasma como la parte que encarga el contenido estén de acuerdo con la naturaleza del proyecto y con la forma en que funcionará el pago. No obstante, hay algunos argumentos interesantes en torno a la ética de la escritura fantasma, especialmente en determinados contextos, y es útil explorar algunas de esas ideas y comprender cuándo la escritura fantasma puede ser considerada poco ética por algunos.
La práctica de la escritura fantasma se considera generalmente aceptable en la mayoría de los entornos. Por ejemplo, es poco probable que el contenido de un sitio web escrito por un escritor fantasma y atribuido a alguien que realmente trabaja para ese sitio plantee objeciones firmes por motivos éticos, siempre y cuando el escritor fantasma haya comprendido los términos antes de aceptar escribir el contenido. Del mismo modo, los discursos suelen ser escritos por un escritor fantasma, incluso al más alto nivel de la política, siendo ampliamente aceptado.
Sin embargo, la ética de la escritura fantasma se cuestiona más cuando hay una transacción financiera en juego, como cuando un cliente compra un libro, especialmente si el valor del nombre de alguien que no lo escribió se utiliza para impulsar las ventas. Resulta común que las autobiografías de los famosos se escriban con escritores fantasma, y mientras que dicha práctica es perfectamente legal, algunos sostienen que existe un elemento de engaño involucrado, ya que los clientes están pagando por las palabras del famoso, no las del escritor fantasma.
Además, el aspecto más polémico de la escritura fantasma está relacionado con la escritura fantasma académica, que sucede cuando un estudiante paga a un escritor fantasma para que escriba un ensayo, una tesis o una disertación para ellos. Esto puede considerarse poco ético por varias razones, incluyendo el hecho de que permite a los estudiantes obtener calificaciones que no podrían obtener por sí mismos. También abre la posibilidad de que las calificaciones se otorguen en base a quién puede permitirse los servicios del mejor escritor fantasma.
La mayoría de las instituciones académicas tienen normas que prohíben los servicios de escritura fantasma de este tipo y los estudiantes que son sorprendidos pagando por un ensayo, disertación o tesis de escritura fantasma corren el riesgo de ser retirados de su curso. Sin embargo, estos servicios siguen existiendo, y algunos estudiantes y escritores fantasmas intentan eludir las reglas utilizando el ensayo escrito como documento de base, que luego el estudiante vuelve a escribir. Por supuesto, esto plantea preocupaciones éticas similares.
Conclusión
Los servicios de escritura fantasma se utilizan para la creación de una amplia gama de diferentes tipos de contenido y suelen ser completamente legales. Aunque hay algunas cuestiones sobre la ética en ciertas circunstancias, en su mayor parte, es una práctica aceptada. Esta práctica resulta especialmente efectiva cuando se trata de la creación de contenido en línea para un sitio web o una estrategia de marketing de contenidos. En este caso, adquirir los servicios de un escritor fantasma puede tener mucho sentido, tanto a nivel práctico como a nivel estratégico.
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