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Coste por clic

Resumen breve

El coste por clic (CPC), también conocido como pago por clic (PPC), es un método de facturación, una métrica de rendimiento y un modelo de publicidad, que se utiliza en las campañas de marketing en línea. En términos sencillos, se refiere a la cantidad que un anunciante pagará a un editor, en costes de publicidad, por cada vez que un usuario haga clic en su anuncio. Se asocia principalmente con los motores de búsqueda, como Google, Yahoo! y Bing, pero también se aplica a las webs de redes sociales y otros canales.

Básicamente, el modelo de coste por clic o de pago por clic está diseñado para asegurar que los anunciantes sólo paguen en los casos en que su anuncio ha sido visto a través de un clic en el anuncio. Además, como métrica de rendimiento o método de facturación, da a los anunciantes una clara indicación de cuánto se les cobra por cada clic y les permite decidir estratégicamente cuánto están dispuestos a pagar por cada usuario que hace clic en su anuncio.

Coste por clic (CPC): Resumen detallado

Tanto el coste por clic como el pago por clic describen un modelo de publicidad online, en el que el anunciante paga a un editor por cada vez que se hace clic en su publicidad online. En la gran mayoría de los casos, el editor será un motor de búsqueda, el propietario de un sitio web, el propietario de un blog, una red de sitios web o una plataforma de medios sociales. Los anuncios pueden ser de muchos tipos, incluyendo banners o anuncios de exhibición, anuncios de texto o enlaces patrocinados en las páginas de resultados de los motores de búsqueda.

Los términos coste por clic (CPC) y pago por clic (PPC) suelen utilizarse indistintamente, y en general significan lo mismo. Sin embargo, técnicamente, el pago por clic se refiere al enfoque, mientras que el coste por clic puede describirse como una métrica, que indica el coste para un anunciante por clic de sus anuncios de PPC.

Como medida de rendimiento, el coste por clic puede calcularse mediante la siguiente fórmula:

CPC = Coste total de la publicidad / Número total de clics

No obstante, esta distinción entre el enfoque del pago por clic y la medición del coste por clic ha perdido relevancia con el tiempo, y actualmente se considera que ambos términos son prácticamente sinónimos.

El modelo de coste por clic se ha asociado más comúnmente con los motores de búsqueda como Google y Bing. La premisa básica en este caso es que los anunciantes hagan una oferta por las palabras clave relacionadas con su estrategia publicitaria, siendo el monto de la oferta el coste por clic que están dispuestos a pagar. Los anuncios se muestran como resultados patrocinados y se muestran a los usuarios que buscan palabras clave relevantes. El anunciante paga a la plataforma cada vez que un usuario hace clic en su enlace.

Los motores de búsqueda también suelen tener plataformas publicitarias dedicadas, como Google Ads (antes conocido como Google AdWords) y Microsoft Advertising (antes conocido como Bing Ads) y permiten a las empresas crear campañas publicitarias PPC, así como anuncios utilizando otros modelos de pago. Mediante los anuncios de Google por ejemplo, también es posible hacer que los anuncios se muestren en sitios web y aplicaciones relevantes, a través de la Red de Display de Google.

Por lo general, estas plataformas utilizan una combinación de diferentes factores para decidir cuándo se muestra un anuncio. Por ejemplo, los anuncios de Google utilizan un enfoque de tipo subasta, en el que los anunciantes eligen las palabras clave por las que pujan y establecen la cantidad máxima que están dispuestos a pagar por cada clic. Sin embargo, también tiene en cuenta el “Quality Score”, que es un puntaje generado al observar una serie de factores, entre los que se incluyen los índices de clics, la relevancia y el rendimiento regional.

Sin embargo, resulta importante entender que el enfoque del CPC no sólo se asocia con los motores de búsqueda. Es un modelo cada vez más común utilizado para los anuncios o publicaciones patrocinadas que se muestran en los sitios de redes sociales, como por ejemplo, Facebook. Además, los sitios web individuales también pueden proporcionar su propio espacio publicitario de coste por clic.

Variaciones del modelo de coste por clic

Dentro del concepto general de la publicidad de coste por clic, hay dos variantes principales, que son las siguientes:

  • Tarifa plana – El anunciante llega a un acuerdo con un editor, como un sitio web o una red de sitios, en el que paga una cantidad fija por cada clic generado. La ventaja en este caso es que ambas partes conocen el valor exacto de un clic, lo cual facilita el seguimiento y la toma de decisiones estratégicas.
  • Basado en la oferta – El anunciante establece un precio máximo que está dispuesto a pagar por cada clic en su anuncio y se compromete a participar en una subasta con otros anunciantes cada vez que el anuncio publicitario sea activado por un usuario de la web. La subasta está automatizada, y al ganador final de la subasta se le cobra una pequeña cantidad superior a la del siguiente postor más alto, sin superar nunca su cantidad máxima de oferta.

El enfoque basado en la puja del coste por clic se asocia más comúnmente a los motores de búsqueda y las redes de publicidad, en lugar de los acuerdos concertados con sitios web individuales. Con el enfoque basado en la oferta, los comerciantes a veces recurren a sistemas automatizados de gestión de ofertas o a agencias de publicidad, para gestionar estratégicamente los montos de las ofertas.

Ventajas y desventajas del CPC

La principal ventaja asociada con la publicidad de coste por clic es el hecho de que el anunciante sólo paga cuando su publicidad genera clics de los usuarios. Teóricamente, esto evita situaciones en las que se requiere pagar por un anuncio que los usuarios ignoraron intencionalmente o no vieron. Esto significa que el pago se hace generalmente a cambio de que el anuncio genere algún nivel de interés o compromiso.

En comparación con muchos otros modelos de publicidad, empezar a usar el modelo de CPC es bastante sencillo, y resulta muy simple medir y controlar continuamente los resultados. Se pueden hacer ajustes fácilmente en elementos como el precio máximo que se está dispuesto a pagar por clic, lo cual reduce la cantidad de conocimientos técnicos necesarios.

Además, con plataformas como Google Ads y Microsoft Advertisements, los anuncios se pueden dirigir a palabras clave específicas, a datos demográficos y a lugares geográficos, lo que ayuda a maximizar la relevancia. Esto, a su vez, proporciona a los profesionales del marketing la capacidad de llegar a su público objetivo en los momentos en que es más probable que sigan adelante con la acción deseada, ya que están buscando activamente una palabra o frase clave relacionada.

En cuanto a las desventajas, la naturaleza del modelo de coste por clic significa que las campañas publicitarias pueden obtener un número de clics superior al previsto, lo que da lugar a un aumento de los costes si no se vigila de cerca el rendimiento. Si un anuncio es engañoso, también puede darse la situación de que el anuncio genere clics, pero las tasas de conversión sean bajas.

Además, los vendedores deben entender que todos los clics cuentan igual, independientemente de la intención. Esto significa que el coste por un clic accidental será el mismo que el coste por un clic intencional. Del mismo modo, las empresas rivales o los actores malintencionados pueden intentar sabotear las campañas haciendo clic intencionadamente en los anuncios varias veces. Cabe señalar que las plataformas como Google Ads cuentan con algunas protecciones, pero no son totalmente infalibles.

Conclusión

El coste por clic, o pago por clic, es un modelo de publicidad que permite a los comerciantes pagar en los casos en que su anuncio ha sido visto y clicado, en lugar de pagar por un anuncio que podría ser ignorado. Este enfoque surgió a mediados de los 90 y se ha asociado ampliamente a las redes de publicidad de los motores de búsqueda, como Google Ads, pero también se asocia cada vez más a los medios de comunicación social y otros canales.

Sin embargo, el coste por clic también se refiere a una medida, que puede utilizarse para evaluar la relación calidad-precio ofrecida por una campaña publicitaria. Para calcular su rendimiento, se dividen los costes totales de la publicidad por el número de clics de los anuncios.


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