Una de las claves en cualquier estrategia de contenidos es suscitar y retener el interés de su público potencial. En estos momentos, qué duda cabe que una parte importante de nuestro mercado está ocupado por los millennials, una generación que, prácticamente, ha crecido de la mano de las nuevas tecnologías. Precisamente por ello, este colectivo está habituado a navegar por Internet y, en consecuencia, constituye un público muy difícil de fidelizar. Pero ¿es posible seducir a los millennials con contenidos de calidad? Es muy posible siempre y cuando se sigan unas pautas concretas.
Contenidos relevantes, rigurosos y originales
Los internautas más jóvenes mantienen una actitud escéptica ante la mayoría de información que encierran las páginas web. Si tu contenido no es original o carece de rigor, no pasará mucho tiempo hasta que confirmen su escasa calidad con una sencilla búsqueda. Una forma de ganar popularidad y prestigio es la de incluir hipervínculos a páginas de confianza que refuercen tu mensaje y le den mayor veracidad.
Empatía y vinculación con los lectores
Diferentes estudios elevan hasta el 70 % el porcentaje de los jóvenes que prefieren marcas que compartan sus mismos valores. Dicho de otro modo, los creadores de contenidos que sean capaces de empatizar con los lectores de esta generación, tendrán muchas posibilidades de retener su atención durante mucho tiempo. Para lograrlo, no basta con abordar temáticas que preocupen especialmente a estos lectores, hay que hacerlo de tal modo que estos se sientan identificados con nuestra visión del asunto.
Más allá del SEO tradicional
Como resultado de todo lo anterior, los parámetros que tradicionalmente ha observado el posicionamiento SEO pueden no ser suficientes para atraer a este segmento del mercado. Y no se trata de un colectivo menor en términos de facturación, puesto que la generación millennial invierte algo más de 160 000 millones de euros al año en Internet (según Forbes).
Esto no significa que haya que abandonar por completo el SEO, sino que conviene completarlo con otras técnicas. La legibilidad de los contenidos sigue siendo un factor determinante pero el estilo de escritura gana protagonismo. Los autores o escritores tienen que hacer uso de un lenguaje más fresco y dinámico, sin necesidad, por supuesto, de renunciar a la calidad. Por ejemplo, en lugar de escribir largos textos, puede ser más interesante destacar una serie de puntos esenciales que dejen claro de qué estamos hablando.
Y mientras escribimos todo esto, la generación millennial sigue evolucionando. Esto significa, efectivamente, que sus preferencias de consumo de contenidos virtuales cambiarán periódicamente. ¿Se traducirá esto en que cada vez será más difícil conectar con este colectivo? No, simplemente es un recordatorio de que la industria deberá estar pendiente de los cambios que experimenten los consumidores. De hecho, el mejor momento para empezar a labrar una relación fecunda con los millennials es el presente.
Por supuesto, otra forma de no desconectar de los intereses de esta generación es aprovechar el asesoramiento especializado que encontrarás en el centro de profesionales de Textbroker.
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