En busca del valioso contenido
Puede que pequemos de decirlo una y otra vez, pero no nos cansamos de repetirlo. La base del marketing de contenidos es el contenido de calidad, es decir, el contenido que tiene valor por sí mismo y que aporta información útil y relevante al lector –cliente potencial–. Parece sencillo, sin embargo, resulta complicado concretar en qué consiste. Dar con una definición que recoja qué debe tener el contenido valioso puede llegar a convertirse en una aventura propia de Indiana Jones. No obstante, lo que sí que es más fácil de especificar es lo contrario: el contenido superfluo, el texto de relleno, la paja… Podemos llamarlo como queramos, pero todos sabemos a qué nos referimos cuando nos topamos con ese diablillo que empobrece la calidad del contenido y aburre al lector. No pasa nada, todo tiene remedio. Si aprendes a identificarlo, tus textos se revalorizarán.
Identificando el contenido de relleno
La parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte…
Afortunadamente, revisar un artículo para buscar el contenido de relleno es, a menudo, una tarea mucho más sencilla que localizar errores gramaticales. Si aun así, tienes dificultades para reconocerlo, ¡te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a refinar tus detectores de contenido de relleno! Te mostramos algunas preguntas que deberás responderte a ti mismo que destaparán ese odiado contenido de relleno.
¿Es redundante la información?
¿Se ha hablado ya sobre este punto? ¿Estás dejando claro lo que es obvio o el contexto provoca que cualquier definición adicional sea del todo innecesaria? Especialmente, si tienes un número limitado de palabras con el que trabajar, siempre será buena idea revisar el texto unas cuantas veces en busca de palabras vacías de contenido.
¿Resulta útil para el público al que va dirigido?
Al hilo de lo anterior, a veces es importante asumir que tus lectores poseen cierto nivel de conocimiento de la materia en cuestión. Por ejemplo, si estás escribiendo una entrada de blog para expertos ecuestres, será una pérdida de tiempo –¡y de palabras!- decirle a tus lectores que estás hablando de caballos…
¿Está tu texto claramente estructurado?
La estructura del texto constituye su columna vertebral. La estructura es la responsable de que el punto A nos lleve al punto B antes de llegar al punto C… Una estructura clara ofrecerá, inevitablemente, protección contra la repetición innecesaria. Generalmente, estructurar correctamente un artículo se convierte en una tarea más sencilla cuando uno se toma un breve descanso después de investigar sobre el tema en cuestión. También la práctica ayuda a lograrlo más fácilmente.
¿Tu texto va al grano?
Este punto es realmente complicado. Y es que será fácil caer en la trampa de apartarte demasiado del tema cuando estés trabajando en un contenido destinado a un público amplio e igualmente te sucederá con aquel texto que deba cubrir un buen número de temas. Cuando los artículos generalizan demasiado, la información se vuelve demasiado difusa. Al final, pierde su repercusión, lo que se traduce en la pérdida de su objetivo.
¿Cómo dar valor a un texto?
Para evitar caer en la temida trampa de añadir información innecesaria, te ofrecemos algunos consejos para trabajar un tipo de encargos muy habitual que repele contenidos superfluos: las descripciones de productos.
Las descripciones de productos tienen un propósito claro, pero complejo. Su objetivo principal es asegurar que se venda el producto. Y al mismo tiempo, también tienen que representar a la empresa que los vende. Para asegurarte de que las descripciones de tus productos añaden valor real a tu texto, las descripciones deberían:
- Dirigirse a las personas que necesitan o desean este producto. ¿Por qué este artículo es tan útil?, ¿cuál es su propósito?, ¿cuál es el problema que resuelve? ¡Responde a estas preguntas si deseas añadir valor a tu texto!
- Conviértete en el vendedor: piensa en lo que este preguntaría y qué factores sacaría a relucir en la conversación real. A falta de sonrisas y de contacto visual, tendrás que asegurarte de que tus descripciones de productos sean lo suficientemente atractivas como para destacar y llamar la atención por encima de otros productos similares del mercado.
- Ofrece trucos y consejos prácticos sobre cómo se puede usar el producto: si los lectores tienen una idea clara sobre cómo utilizar el producto, será mucho más probable que acaben comprándolo.
- Aunque suene imposible, retrasa el paso del tiempo: las descripciones de productos pueden pasarse de fecha rápidamente. Y desde luego, nadie quiere comprar productos caducados o anticuados… Siempre y cuando sea posible, haz que las descripciones de productos puedan perdurar en el tiempo. Así te asegurarás que tus lectores obtengan consejos atemporales sobre el uso de sus nuevos artículos.
Pero, entonces, ¿qué pasa con «la parte contratante»?
Desde luego, para Groucho Marx –y en esta cita en concreto–, usar el relleno en clave de humor pasó a la posteridad como un recurso tan efectivo como sencillo… En cambio, evitar el contenido de relleno en nuestros textos es a menudo un reto. Por ello, reconocerlo es el primer paso para eliminarlo, y tus artículos contendrán solo información valiosa.
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