Ya lo decía Mercedes Sosa, «Todo cambia». La vida es así: lo que ayer funcionaba a la perfección, hoy ya no da los mejores resultados. En el ciberespacio, esta máxima es aún más demoledora si cabe, por eso hay que investigar constantemente, redefinir los objetivos y analizar hasta la saciedad cualquier dato que se tenga a mano. En definitiva, tienes que optimizar tu estrategia de contenidos para que se adapte a las demandas, no solo de Google, sino de una audiencia en continua transformación.
La batalla por el posicionamiento en buscadores
Aunque actualmente la optimización de tu content strategy debería perseguir algo más que un posicionamiento decente en Google, salir en la primera página del Gigante sigue siendo la meta principal de muchos marketeros. Optimizar para aumentar la visibilidad es, sin duda, una prioridad, ya que es sinónimo de más tráfico, más leads y más conversiones. Pero la lucha por el cariño de los usuarios hace tiempo que dejó de ser una cuestión de SEO, principalmente porque escribir para el algoritmo de Google ya no da los mismos resultados.
Saber qué palabras clave usa tu público objetivo para satisfacer sus necesidades sigue siendo fundamental, pero el componente social está ahí, y conviene incluirlo en la estrategia de optimización de contenidos. La gente prefiere compartir contenidos de corte emocional, compartidos desinteresadamente en las redes sociales y suele huir del contenido de pago que encuentra en los buscadores. De ahí que la búsqueda de la viralidad a través del storytelling en redes sea un reto tan importante para muchos marketeros.
De todas formas, si quieres llegar a tu audiencia, tienes que hacer SEO a la antigua usanza, generando contenido de calidad que, además, cumpla con una serie de requisitos que mejoren la indexación, disminuyan la tasa de rebote y, por ende, mejoren el posicionamiento: incluir de palabras clave en el título y el snippet, usar encabezados de segundo y tercer nivel en el texto, insertar links internos, redactar posts que superen las 350 palabras (si llegan a 1000 mejor, dicen los entendidos), incrustar vídeos e imágenes, etc.
La ruta de la optimización de contenidos
Optimizar tu estrategia de contenidos es una suerte de carrera de fondo donde cada paso cuenta. El primero, como siempre es tener claro dónde está la meta. Recuerda que todo se mueve rápidamente en la era de la información, así que para mejorar tu estrategia tienes que marcarte unos objetivos flexibles, siempre ligados a un proceso de investigación incombustible. Investiga qué necesita tu audiencia, en qué redes se mueven, qué buscadores utilizan (sí, hay vida más allá de Google), qué buscan, etc.
Investigar cómo responden tus competidores directos a las demandas de tu público objetivo es igual de productivo, no para copiarlos, sino para emularlos imprimiendo un estilo propio e inconfundible. Fíjate en el tipo de contenido que elaboran, cuándo lo publican, cómo se dirigen a la audiencia, cuál es la naturaleza de las interacciones… Toda esta información te vendrá de perlas para diseñar tu plan de acción que guíe el proceso de creación, publicación y difusión de tus contenidos.
Luego, analiza, desde el plan hasta el proceso, pasando por las propias acciones que has llevado a cabo y, lo más importante, todo lo relacionado con el contenidos: ¿qué alcance ha tenido?, ¿qué reacciones ha generado?, ¿qué impacto ha tenido?, etc. Para ello tienes multitud de herramientas gratuitas disponibles, como el Analytics y el Alerts de Google, por no hablar de los valiosos insights generados con los datos procedentes de las redes sociales.
Lo último para optimizar tu estrategia de contenidos
Ál final de la carrera, todo se resume en llegar a la meta, y saber cómo se llega. Puede que tengas que redefinir tus objetivos después de meter en la coctelera toda la información obtenida, antes de volver al punto de partida y reiniciar el proceso con las mejoras pertinentes. Eso también es optimizar, porque no todo va a ser SEO. De hecho hay muchas más cosas que puedes hacer para optimizar tu estrategia de contenidos.
Diversificar la generación de los contenidos, abarcando diferentes formatos, es una buena forma de optimizar. Es decir, no te quedes en los posts de blog y añade a tu plan todo tipo de contenidos susceptibles de ser consumidos por tu audiencia, desde guías hasta infografías, pasando por vídeos, fotogalerías, historias personales, webinarios, etc. Pero si hay un complemento ideal para el SEO a la hora de mejorar una buena estrategia de marketing de contenidos, ese es el SEM en redes sociales y en Amazon.
Sí, Amazon se ha convertido en el competidor directo de Google (y de Youtube) en las búsquedas comerciales, así que conviene tener presente a la web de Bezos en cualquier proceso de optimización de contenidos, especialmente si hay inversión en ads de por medio. Si vendes algo, el SEM en Amazon es una apuesta segura. Para todo lo demás, Facebook e Instagram suponen el grueso de la publicidad en social media, ofreciendo unas plataformas publicitarias muy efectivas.
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