Content marketing para pymes

Razones para externalizar el marketing de contenidos

En pleno siglo XXI, cualquier emprendedor o pequeño empresario que se precie no puede ignorar la importancia de las herramientas comunicativas propias del mundo digital. La influencia del ciberespacio es impepinable, especialmente para las pymes que aspiran a proyectarse más allá de la calle donde está ubicada su sede social. Si hasta una frutería de barrio puede beneficiarse de la publicidad digital (Google mediante), cómo no va a tener buenos resultados un elaborado plan de marketing para una pequeña empresa con ansias de crecer. En este sentido, lo importante es aprovechar los avances tecnológicos que han derrumbado las limitaciones físicas y temporales para comunicarte con tus clientes potenciales allá donde se encuentren.

El enorme poder del marketing de contenidos

Vale, está claro que hay que sumergirse en el ciberespacio para llamar la atención de los clientes potenciales, ¿pero cómo se consigue tal hazaña en un medio tan saturado? La duda resulta obvia cuando la información, especialmente la publicitaria, crece cada día a un ritmo exponencial difícil de asumir, e incluso soportar. Responder a esta cuestión es cuestión de vida o muerte (empresarial, claro). Por suerte, para dar con la tecla no hay que perder la cabeza haciendo investigaciones costosas o cálculos enrevesados: solo hay que tener en cuenta cómo se informan los consumidores digitales para tomar sus decisiones. Pues resulta que, en este tema, el post gana por goleada a la publicidad directa.

Se estima que ocho de cada diez consumidores prefieren informarse leyendo un buen artículo. Esto no significa que invertir en mensajes publicitarios tradicionales sea una pérdida de tiempo y dinero, al menos para las grandes empresas. Cuando se tienen recursos para detener un camión, se puede probar de todo. Pero recursos es lo que suele faltar cuando se emprende desde cero o cuando se intenta levantar una pequeña empresa. En cualquier caso, si el cliente prefiere un post a un banner, está claro que la estrategia de marketing perfecta es la que incluye la elaboración de contenidos como pilar fundamental. En otras palabras, el marketing de contenidos es la mejor forma de comunicarte con tus clientes.

La cuestión es que el marketing de contenidos es algo más que sentarse delante del ordenador y ponerse a escribir. El content marketing forma parte de una disciplina conocida como inbound marketing, una suerte de compendio de técnicas mercadotécnicas con las que se intenta atraer clientes sin agobiar. Es una filosofía opuesta al pie en la puerta del clásico vendedor a domicilio o a la llamada telefónica inoportuna del típico teleoperador que intenta venderte algo que no quieres. Si esta forma de proceder tan intrusiva no ha tenido óptimos resultados en el mundo físico, es fácil concluir su inutilidad en el mundo virtual, donde el 80 % de los consumidores pasa olímpicamente de la publicidad.

Marketing de contenidos para pymes

La creación de contenidos puede responder a diversas situaciones, no siempre comerciales. Un bloguero, por ejemplo, puede limitarse a elaborar sus posts para mantener despiertos a sus lectores; pero cuando hablamos de creación de contenidos para pymes, hay que tener presente que detrás de los contenidos hay un producto o un servicio. La forma más adecuada para conciliar la intimidad del consumidor y el imperativo de las ventas es conocer al dedillo qué necesita el cliente y ofrecérselo amablemente en forma de contenido. Eso sí, no vale cualquier cosa; ante todo, el contenido debe ser único, interesante, de calidad, aportar valor y ser amigable con Google, entre otras cosas.

En este sentido, para que una estrategia de content marketing tenga éxito hay que trabajar diversos elementos de forma simultánea. Por un lado, el contenido debe resultar atractivo y útil a partes iguales para enganchar al cliente potencial que bucea en la Red intentando resolver un problema o cubrir una necesidad. De hecho, gran parte del éxito de una campaña de marketing de contenidos reside en la capacidad para encontrar ese equilibrio incierto entre la diversión, la ayuda y la información pura y dura. Si sumamos la originalidad del texto, la buena redacción del mismo y una optimización SEO adecuada, podemos hablar de contenido de calidad.

Son muchos elementos a tener en cuenta, sí, pero merece la pena el esfuerzo por mantener la calidad del contenido siempre al máximo. Más que nada porque la calidad tiene un impacto de enorme valor en todos los sentidos, desde la imagen de la marca ante los consumidores hasta el fortalecimiento del vínculo cliente-empresa, pasando por el posicionamiento en motores de búsqueda. Ciertamente, el contenido de calidad se deja querer, y no solo por Google, que ya sería suficiente para escalar puestos en las SERP, sino por los usuarios, que lo compartirán gratamente. A fin de cuentas, esto significa una mayor presencia en redes sociales, más tráfico y, por ende, un aumento del volumen de ventas.

Las ventajas de externalizar la creación de contenidos

Crear contenido de calidad requiere tiempo, y no solo para escribir. De hecho, poner negro sobre blanco es el último paso, ya que antes hay que informarse sobre el tema. Son horas de lectura e investigación profunda para redactar un texto único que, además de informar, rezume creatividad y siga fielmente las normas gramaticales y ortográficas. Esto supone más horas de trabajo, reescribiendo, revisando, retocando y corrigiendo. Sí, elaborar contenido de calidad lleva su tiempo, y normalmente es algo que falta en una pyme. No es menos cierto que también suelen escasear otros recursos, principalmente los económicos, algo que empuja a muchos emprendedores a convertirse en una especie de artista renacentista que hace de todo.

Por otra parte, los recursos humanos son igual de reducidos en las pymes. Es por eso que cualquier intento desesperado por ahorrar termina saturando a la plantilla de la empresa, que no suele exceder de dos personas. La solución plausible es, sin duda, dejar la estrategia de marketing de contenidos en manos de profesionales ajenos a la empresa. El problema es que externalizar la creación de contenidos puede parecer caro en principio, pero en realidad sale barato por las ventajas que proporciona y los beneficios que genera a medio y largo plazo. Para una pyme, se trata de una inversión que permite a la empresa dedicarse a asuntos directamente relacionados con el negocio.

Desde este punto de vista, una pyme que externaliza su departamento de marketing está apostando por la eficacia de la empresa, amén de por la creación de una marca con peso en el ciberespacio que genere leads como churros gracias a sus contenidos. Evidentemente, dejar un factor tan determinante en el éxito de una empresa no es fácil. En realidad, se trata de una cuestión de confianza, y no es para menos teniendo en cuenta la importancia que tienen los contenidos en la relación entre cualquier pyme y sus clientes. Una confianza que puedes depositar en Textbroker (conoce todos los servicios aquí), donde encontrarás el autor ideal para redactar ese artículo especializado o esa entrada de blog que necesitas.